Carta de presentación

¿Alguna vez se han parado a observar atentamente la actividad diaria de un niño/a?

Simplemente con mirarle a los ojos podemos ver la emoción que transmite cada pequeño detalle que viven, desde descubrir un hormiguero en el parque hasta la aparición de un arcoíris tras un día muy lluvioso. Y es que a veces, los adultos, nos olvidamos de vivir estos momentos con ellos, centrándonos únicamente en la importancia de la educación instrumental, pero, ¿dónde queda la emoción, el planteamiento de hipótesis, la creatividad, la curiosidad, el juego…?

Por este motivo, apuesto por una educación basada en metodologías activas, donde los niños/as aprendan a desenvolverse en su vida cotidiana de forma cada vez más autónoma, donde ellos mismos realicen sus tareas de autocuidado, aprendan a apreciar su entorno natural, desarrollen valores cívicos y democráticos, el pensamiento crítico y el disfrute por aprender. Soy fiel creyente en la importancia de un ambiente afectivo adecuado, como bien nos señala la Neuroeducación. 

Los maestros somos una parte clave en la sociedad, ya que estamos formando a las personas del futuro. Hagámoslo desde el corazón.

Agradezco su consideración y quedo a su disposición para cualquier consulta que deseen hacerme.

Reciban un cordial saludo.

Celia Navarro Sánchez.